En los últimos años, el concepto de nearshoring ha adquirido gran importancia en diversos sectores, entre ellos, el logístico. En esencia este proceso implica la reubicación de operaciones empresariales hacia regiones cercanas con el fin de estar más próximas a los mercados potenciales. Uno de los países que se ha posicionado como un destino destacado es México, que podría incrementar su productividad laboral entre un 15% y 30% para 2030, según algunos informes.
En este sentido, Operinter, operador logístico internacional, cuenta con delegación en México a través de la marca Alonso Forwarding México con oficinas distribuidas en Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y Querétaro. Esta presencia en diversos puntos del país, no solo ejemplifica el interés y la confianza que la compañía tiene en el potencial logístico del país, sino que también destaca la importancia estratégica de esta ubicación para la cadena de suministro global.
Una potencia logística en auge
La geografía de México ofrece una ventaja estratégica notable en el contexto del nearshoring. Al ser vecino de Estados Unidos, una de las principales potencias económicas mundiales, el país se presenta como una opción atractiva para las empresas que desean mantener su acceso al mercado estadounidense. Además cuenta con una mano de obra competitiva en términos de costes en comparación con otras regiones, lo que la convierte en un destino favorable para la inversión extranjera.
México ha modernizado sus infraestructuras y ha apostado por nuevas tecnologías, consolidándose como una potencia logística en la región. La mejora de los sistemas de transporte y la modernización de sus puertos y aeropuertos han fortalecido la capacidad del país para manejar de manera eficiente el comercio internacional.
México, gran beneficiario de la guerra comercial entre EE.UU y China
La llamada guerra comercial entre China y Estados Unidos ha generado una serie de desafíos para las empresas, especialmente, en lo que respecta a las cadenas de suministro. Dada esta situación, México ha emergido como una alternativa estratégica para las compañías que buscan diversificar sus operaciones y reducir su exposición a las tensiones comerciales entre las dos grandes potencias.
El pasado año 2023, Estados Unidos importó más bienes y servicios de México que de ningún otro país del mundo, desplazando así a China como su principal proveedor, según datos publicados por la Oficina del Censo de EE.UU. Las exportaciones mexicanas sumaron 475.606 millones de dólares el año pasado, un salto de 4,6% en comparación con 2022. Por su parte, China vendió un 20% menos a Estados Unidos que en el año anterior. Sus exportaciones sumaron 427.229 dólares. Un hito en la historia del país americano.